martes, 15 de abril de 2008
SUZERAIN
Más allá de su agonía envuelta con una niebla espesa
el carruaje negro atraviesa el puente edificado por estos cadáveres
Mi corazón se exilia en las tinieblas
¡Deprisa! No quiero el destino
¡Deprisa! ¡Sin restricciones!
¡Deprisa! No quiero el destino
¡Deprisa! Los cascos se hunden bajo los pavimentos humanos
Soy su descendiente, mis lágrimas no se derramarán
Dejo detrás de mi el castillo en llamas
Mi carruaje de un negro azabache desaparece difuminándose en el brillo del aire
Ahora, lucho por estas cenizas de muerto que llueven sobre mi
Soy sacudido en esta sombra negra que recorre el cementerio
Mi corazón se exilia en las tinieblas
Soy su descendiente, mis lágrimas no se derramarán
Dejo detrás de mi el castillo en llamas
Mi carruaje de un negro azabache atraviesa el puente de cadáveres
¡Deprisa! No quiero el destino
¡Deprisa! ¡Sin restricciones!
¡Deprisa! No quiero el destino
¡Deprisa! Los cascos se hunden bajo los pavimentos humanos
En este lluvia negra y este cielo rojo
los deseos y las murallas se derrumban
Soy su descendiente, mis lágrimas no se derramarán
Dejo detrás de mi el castillo en llamas
Mi carruaje de un negro azabache desaparece difuminándose en el brillo del aire
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